lunes, 20 de noviembre de 2017

Escuela de Samba La Mangueira, Reportaje





Reportaje sobre la Escuela de Samba La Mangueira, en Río de Janeiro, realizado para el magazine "Buenos Días, Buenas Tardes" de TVE Internacional

miércoles, 6 de febrero de 2013

Hoy di un paso más como APÁTRIDA!


Desde el principio decidí cuando compré el billete en España que no volvería en la fecha indicada. Tenía que comprar la vuelta porque las autoridades brasileñas así lo exigen como respuesta a la política aplicada por España a los turistas brasileños durante años.

Pero, desde el primer momento supe que no volvería ese 6 de febrero. Hoy ha llegado la fecha y no oculto que siento algo de vértigo y también, por qué no, de emoción. Un sentimiento de apátrida que me lleva a vagar por las fronteras de latinoamérica sin pertenecer de forma exacta a ningún país, a ningún lugar.

Es extraño, sé que mi avión de vuelta saldrá esta noche, pero yo no iré montada en él. Tampoco sé exactamente cuál será mi próximo destino después de Brasil. Uruguay y Chile se postulan como candidatos, pero cuál de ellos será, todavía es incierto.



No pensé que pasaría tanto tiempo en Brasil, han pasado ya casi tres meses y aún me queda mucho por recorrer, he disfrutado el país con esa cadencia propia de quien no tiene prisa, mascando los lugares y las personas. No tengo voluntad todavía de salir, pero el 14 de febrero se acaba mi visado y para poder renovarlo tengo que cruzar alguna frontera y volver a entrar. Es la política de reciprocidad. 






Ayer bromeaba con un amigo chileno, hoy los españoles sois los "espaldas mojadas" de latinoamérica. En algunos países, como Brasil o Venezuela nos exigen una carta de invitación o dirección del hotel donde vamos a permanecer, un justificante de poseer recursos económicos suficientes durante nuestra permanencia en el país y un billete de vuelta con la fecha cerrada. Además, Brasil recientemente cambió las leyes y si deseas renovar tu visado de 90 días, ya no puedes hacerlo dentro del país, es necesario salir y volver a entrar. 




Esta es la respuesta a una política soberbia aplicada por España durante mucho tiempo a los turistas latinoaméricanos cuando nos creímos europeos y con derecho a decidir sobre el destino de los otros. No entro a valorar si la respuesta es o no acertada, pero es lo que hay y tenemos que aceptarlo sin más.

Hoy todas estas complejidades y mi decisión de no tomar ese avión, me dejan en condición de errante, no es que me importe demasiado, nunca tuve pertenencia exacta a ningún lugar. Pero, he de reconocer que la sensación es como si no existiera suelo debajo de mis pies. Aunque, quizá esa misma circunstancia haga más apasionante esta aventura de www.devueltaalmundo.com  


Cómo se irá hilvanando el camino, qué sucederá de aquí en adelante es algo que ni yo misma sé, pero, a decir verdad, tampoco me importa!